Examine Este Informe sobre La palabra de Dios en momentos críticos
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Confesar o negar nuestra creencia en Jesús ante Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para contraponer el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero incluso debemos ser firmes en nuestra Seguridad y no renunciar a Él delante el rechazo de las personas.
Pero el Señor es un experto que no nos deja solos. Nos asiste porque conoce nuestra pasión y sabe que necesitamos ser acompañados.
Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de edén que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria desarrollo del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la efectividad de su fuerza. Este es el mismo poder.
Jesús quiere que sean conscientes de los posibles costos personales de predicar el evangelio en medio del sufrimiento.
Es importante rememorar que la obediencia y la lealtad a Dios no solo se manifiesta en momentos de paz y tranquilidad, sino asimismo en momentos de sufrimiento y persecución. Jesús nos da un ejemplo valentísimo de esto al expirar en la cruz por nuestros pecados.
En respuesta a esta situación, Jesús aún nos enseña la importancia de estar firmes en nuestra Certeza y testigos valientes ante el rechazo de las personas. Él nos recuerda que debemos fiarse en Dios y no temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.
La instrucción de Jesús para contraponer la hostilidad y el persecución es un llamado a la valentía y la Certidumbre en medio del sufrimiento. El mensaje de Dios no siempre fue bien recibido, especialmente por aquellos que se sentían amenazados por su predicación.
“Por tanto, habiendo sido justificados por la Confianza, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Cristo, por medio de quien todavía hemos obtenido entrada por la Confianza a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la empíreo de Dios” (Romanos 5:1-2)
3. Vivir en click here reconocimiento y entrega: Al reflexionar sobre el sufrimiento de Cristo, somos llamados a estar una vida de devolución y entrega a Dios. Debido a lo que Cristo hizo por nosotros, debemos contestar con apego y obediencia a su voluntad.
Sin bloqueo, debemos rememorar que nuestra misión como seguidores de Cristo es compartir el mensaje de amor y esperanza con todos, incluso aquellos que nos rechazan o perseguen por ello.
La importancia de cada detalle en nuestras vidas es crucial para comprender cómo debemos contraponer el sufrimiento y la persecución que podríamos sufrir al predicar el evangelio. Jesús nos da un ejemplo perfecto al sucumbir en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valía como Hijo de Dios.
Nosotros nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
La enseñanza de «valencia más allá de cualquier cosa en este mundo» es crucial para comprender la importancia de tener confianza en Dios y estar seguros de nuestro valía como criaturas importantes creadas por Él. Jesús nos da un ejemplo valentísimo al caducar en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valor como Hijo de Dios.
3. El sufrimiento de Cristo nos muestra el bienquerencia incondicional de Dios: Jesús sufrió y murió por nosotros para mostrar el bienquerencia inmenso que Dios tiene por cada individualidad de nosotros. Esta advertencia nos insta a galantear y perdonar a los demás, incluso cuando nos enfrentamos a dificultades y rechazo.